El proceso evolutivo del hombre ha estado marcado desde sus comienzos por múltiples procesos de adaptación, el cual lo ha llevado a poner en juego toda la capacidad inventiva y creativa para desarrollar herramientas y habilidades que faciliten su proceso adaptativo; desde el descubrimiento del fuego del hombre primitivo hasta la creación de la bombilla del hombre civilizado, o con la invención de la que es quizás la principal de las herramientas usadas por el hombre: el símbolo, el cual surge de la necesidad por encontrar un lenguaje universal, que trascienda las barreras lingüísticas de la comunicación, y que acerque al hombre mismo al lenguaje divino que todo lo comprende.